Me encanta ir de compras, en especial a grandes centros comerciales porque hay muchas tiendas con mucha variedad de todo. En Jaén como no hay mucho donde elegir y el Centro Comercial La Loma me pilla muy lejos mi diversión es ir a El Corte Inglés que me pilla a 2 minutos del trabajo, 1 si llevas una ansia loca de gastar dineros.
Pues hoy como me he quedado a comer con la pingui me he ido de compreteo. Sobre todo he ido a buscar unos guantes, Papá Noel me ha traído un bufanda roja, que por cierto es preciosa, y me apetece comprarme unos guantes o manoplas del mismo color que no tengo ningunos rojos.
Me acerco a una dependienta y le pregunto que si tienen guantes que no los encontraba, me voy con ella y no hay, según ella porque no son tendencia y nos los van a traer rojos.
Me dice que si en vez de rojos me gustaría comprarme los guantes de un color neutro, y cuando le he ido a contestar me ha dejado con la palabra en la boca porque llegaba una amiguita y se ha ido a enseñarle cosas, solo le he podido decir "tengo unos ne..."; mi idea era decirle que tengo unos negros y por eso los quiero rojos.
Os juro que me he sentido muy mal, como si yo fuera un trapo. Yo no voy vestida de Armani, ni voy con vestidos elegantes y taconazos, yo iba con unos vaqueros, camisa y un chaquetón, pero considero que ir mejor o peor vestida no es motivo para dejar a un cliente con la palabra en la boca y mucho menos para atender a un conocido.
No me ha quedado más remedio que agachar las orejitas e irme a mirar otras cosas.
No pido que me hagan la pelota, como en la famosa escena de Pretty woman, solo pido un respeto, porque cuando voy a una tienda a comprar voy con la seguridad de que tengo dinero para pagar.
