31 mayo 2016

Zinedine Zidane.

Llegó al primer equipo sin experiencia ninguna en los banquillos con la temporada más o menos a la mitad. Solo le avalaba su apellido y su fama como jugador, una temporada como segundo y unos meses como primer entrenador en un filial en Segunda B.

Generó muchas dudas, las mías las primeras, porque aunque no os guste escucharlo venía sin experiencia ninguna en primera y cogía a un equipo hundido, a mitad de temporada y nada menos que al Real Madrid y eso genera dudas razonables, los éxitos llegan con el trabajo y no con el nombre. Y es muy lícito hablar sin esconderse de todo esto.

Pero...

Afortunadamente le ha salido la jugada redonda tanto a el como al Real Madrid. Llegamos a la última jornada de Liga con opciones de ganarla, nos metimos en la final de la Champions League. La Liga no se pudo ser pero la final de la Champions ha sido con resultado blanco, la que hace 11. Si, la Copa viaja a las vitrinas del museo del Estadio Santiago Bernabéu le pese a quien le pese.

Y la historia es muy sencilla, Zidane llegó con la timidez que le caracteriza (aunque creo que delante de la prensa se ha soltado bastante). Llegó con ilusión, con ganas de trabajar, le ha cambiado la cara totalmente al equipo de una manera que molesta mucho a cierta parte de la afición, dando cariño a los jugadores y llegando a ellos con esos mimos que tanto molestan (para mi es algo fundamental que un entrenador sea jefe y amigo).
Ha tenido la paciencia que requiere el cargo, se ha metido en el bolsillo a la prensa patria con su sencillez y su espontaneidad y se ha ganado el respeto de todo aficionado madridista que tenga el escudo pegado al corazón. El mio desde luego lo tiene.

Gracias Zidane, gracias por abrirnos los ojos, gracias por habernos hecho cambiar de opinión, gracias por el cariño y el respeto que demuestras por el escudo del Real Madrid, gracias por implicarte en el equipo de nuestro corazón, gracias por habernos dado en Liga la ilusión hasta el último momento, gracias por habernos regalado la Undécima, gracias por estos meses de fútbol.

Gracias de corazón.