07 febrero 2020

Respetar para ser respetado.

Como todo en esta vida si se habla con respeto y empatía se puede hablar de todo.

Es costumbre del ser humano hacer las cosas más por el que dirán y para quedar quedar bien que hacerlo de corazón, y eso en el fondo no nos hace ningún favor.

Se que este tema es espinoso, pero como he dicho con el respeto por delante se va a Roma.

Es una pena que una persona quede postrada en una silla de ruedas, sea por enfermedad o por secuelas de un accidente, pero eso no es una excusa para perder el respeto hacia los demás. Con el avance las tecnologías se han inventado esas sillas de ruedas motorizadas que son muy útiles para las personas que las necesitan, pero que se están convirtiendo en un arma en contra de las personas que no. Y me explico.

Seguro que como a mi, os ha pasado ir por la acera y que casi te atropelle una silla motorizada, incluso hasta el punto de tener que salirte a la calzada para que no te lleven por delante, con el peligro que conlleva.

Cuando se pide respeto lo primero que hay que hacer es empezar por respetar. No hace falta ir por la acera como si estuvieras en el circuito del Jarama, y si los minusválidos piden que se les trate con normalidad ellos deben ser conscientes que con esta actitud la gente no los va a respetar.