La Décima, mi Décima.

Hoy voy a dar un descanso a los jugadores y vamos a celebrar la semana de vida de la Décima. 

Estas son mis impresiones.

Desde la semifinal contra el Bayern Munich, 5 – 0 en el global, ya estábamos nerviosos. Pero el viernes 23 de mayo de 2014 empezó un comecome en el estómago que no nos dejó ni dormir bien. Pero…

El sábado 24 de mayo, ya desde las 10 de la mañana que empezó la programación especial en RMTV los nervios no eran ni normales. 

El Real Madrid tenía la oportunidad de conseguir algo único, ganar la Copa de Europa, su Décima Copa de Europa.

Actos previos al comienzo del partido y por fin salen los jugadores al terreno de juego. ¡¡¡Comienza el partido!!! Lo primero que sucedió, como no podía ser de otra forma, una falta de un jugador del Atlético a un jugador del Real Madrid, normal, no saben hacer otra cosa. Y unos minutos más tarde sucedía lo que muchos temíamos, cagada monumental de Casillas y gol del Atlético en lo que ni era un disparo a puerta. Como es natural nos cagamos en muchas generaciones del portero del Madrid, nos estaba matando. 

Pérdidas y más pérdidas de tiempo del Atlético y el famoso autobús, normal, habían salido a empatar a 0 y se habían encontrado con un regalo del portero del Madrid. Llegamos al descanso perdiendo 0 – 1.

Había que cenar, y para seguir la tradición pasta, como en la Séptima.

Empieza la segunda parte y el Real Madrid lo intentaba pero se topaba con el mejor jugador del Atlético, el portero Courtois. Llegó el minuto 90 y no había manera de marcar. Estábamos derrotados totalmente, ya nos veíamos recogiendo la medalla del no ganador. Pero el árbitro, sabiamente y con el reglamento en la mano como se ha demostrado, dio 5 minutos de descuento.

Y en el minuto 90+2,48 le llegó a Sergio Ramos un balón que magistralmente con la cabeza marcó el gol que suponía el 1 – 1 y que nos llevaba a la prórroga. Era un balón medido de Modric al sacar un corner.

Pero ironías de la vida, para dar un ZAS muy grande en la boca de muchos, en la segunda parte de la prórroga, Di María se hace un jugadón y Gareth Bale marca también de cabeza el 2 – 1.

Y más tarde, Marcelo tira a puerta en lo que todo el mundo creía que no sería nada y hace el 3 – 1 que ya nos daba definitivamente la Champions. Y en el 120, en lo que sería el tercer penalti que le hacían al Real Madrid (los otros 2 no fueron pitados) Cristiano Ronaldo marca el definitivo 4 – 1 para terminar el partido y que la euforia saltara por los aires. 

Lágrimas de Di María y de Marcelo que se han quedado tatuadas en nuestros corazones tanto como el gol de Ramos.

Termina el partido y nos volvemos todos locos, no podíamos parar de gritar, de cantar, de llorar… nuestro equipo alzaba la Champions. Si, si, la Champions, la que hace 10.

Luego vendría la celebración en Cibeles y al día siguiente en el Santiago Bernabéu, celebración señorial donde las haya. Y celebración con sorpresa incluida en forma de canción especial de la Décima cantada por lo jugadores.

Todas estas imágenes quedarán para siempre grabadas en nuestros recuerdos como una de las noches más bonitas de nuestras vidas.

Y hoy, día 31 de mayo de 2014, una semana después todavía nos quedan nervios en el cuerpo.

Gracias equipo, gracias Real Madrid por este doble dígito.