19 septiembre 2014

Iletrados por Jaén.

Hoy he presenciado en el autobús urbano una conversación que me ha provocado arcadas.

Parto de la base de que no tengo partido político.

Y creo que el alcalde de Jaén se está equivocando en muchas cosas, pero a los ciudadanos jienenses se nos está yendo la cabeza de una manera monumental.

Os cuento, una señora, por llamarle de alguna manera, iba hablando con una conocida de que el alcalde es un sinvergüenza, que no hace nada por la ciudad y que no da nada.
Seguramente esta señora no haya leído un periódico en su vida, porque seguramente no sepa leer, porque seguramente no haya ido al colegio. Pero seguramente, el alcalde no sea del partido que le prometió más y de ahí vienen las críticas totalmente incoherentes.

Pues bien, comentaba la señora que tiene 4 hijos, que recibe "solo" 90€ por hijo y todo el material escolar gratis. Comentaba también que cada 2 o 3 meses le dan un cheque de mas de 100€ para que vaya a un supermercado y compre gratis. También ha comentado que los asistentes sociales son unos caraduras
porque ha presentado papeles para que le den más ayudas, por lo visto le parece poco lo que ya le dan, y que como le falta un papel no se las han querido dar hasta que los presente todos correctamente.
Todo esto sumado a que las asistencia social les suele pagar, luz, agua, teléfono y que son totalmente improductivos para la sociedad, me parece que a esta señora deberían quitarle todas las ayudas y que como hacemos el común de los mortales, se pusiera a trabajar. Le pagan hasta el aire que respiran y encima le parece poco, es que hay que ser golfo.

Se que lo que acabo de pedir es la tontería más grande que leeréis en días, pero estamos llegando a un punto que nos hierve la sangre con "morralla" de este calibre.

Este tipo de impresentables son los que luego van a votar porque los políticos les prometen el oro y el moro, y así está España como está. Si votas al que más te "paga", aparte de tener un nombre muy específico, es desolador.

Debemos empezar a perder el miedo a hablar sobre estos temas, porque es a nosotros mismos los que nos hace daño que nos tomen el pelo por todos los lados.

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