Así empieza el himno de Italia, y así comienzan a cantar al unísono afición y equipo. Ojos cerrados, mano al corazón, más alto, más bajo, pero todos juntos orgullosos de su himno, su bandera y su país.
La selección italiana de fútbol llegó a esta Eurocopa 2016 con humildad y sin hacer ruido, pero en los 2 primeros partidos de la liguilla dejaron claro que eran un rival muy digno al que ha sido muy difícil ganarle.
En octavos de final se quitaron de en medio a la selección española (por llamarles de alguna manera) dándoles un baño futbolístico y humano que va a ser muy difícil de olvidar. Por supuesto poniendo en su sitio a los títeres de Villar.
Ayer, frente a Alemania, en los cuartos de final, quedaron eliminados en los penaltis, lo cual vuelve a dejar claro lo difícil que ha sido eliminarlos. Aparte de necesitar 9 penaltis.
Y al final del partido, jugadores como Buffon, Bonucci y Barzagli rompieron a llorar porque creían haber decepcionado a todo un país. Pero yo creo que fue todo lo contrario, no solo no han decepcionado a nadie sino que los italianos están y pueden estar muy orgullosos de ellos, porque son un grupo que han dado la cara hasta el final.
Esas lágrimas de los jugadores son las nuestras, y no solo de los italianos sino de los millones de personas que admiramos y respetamos a la selección italiana.
Os vais con la cabeza muy alta y con la admiración de otras selecciones y muchos aficionados y con el corazón de millones de personas en vuestras manos latiendo muy fuerte y esperando que volváis a ilusionarnos con la clasificación para el mundial.
Gracias Italia, de corazón, gracias.
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