11 diciembre 2011

Soledad no es la última palabra.


Sentada frente al ordenador, pensando en su soledad, se siente ignorada. No sabe que hacer, se queda o se va.

Tiene escrita la carta, 2 para ser exactos, pero se resiste a irse, lleva mucho tiempo y ha pasado momentos buenos y momentos malos.

Se siente querido por muchos, pero ese tiempo en el que sus “compañeros” le han empezado a dar de lado se ha dado cuenta de que la masa se mueve por el curso del río, que no hay muchas personas que se atrevan a remar contracorriente y que el miedo a ser señalado prevalece por encima del compañerismo y de la amistad.

Mobbing le llaman algunos, yo le llamo mala leche, en español, para que todos lo entendamos. Hay que ser muy mala persona para hacerle la vida imposible a otra. Lo ha dicho a las claras, pero hay gente que no quiere enterarse.

Un café, aire puro, frío en la cara…

Parece que lo tiene claro, no dará la satisfacción a aquellos necios que le hacen el vacío. No le gustan las personas que se sienten por encima del resto, que miran por encima del hombro. No les debe nada, está allí por su trabajo y esfuerzo y no piensa concederles la victoria a cuatro infelices que no merecen ni sus pensamientos.

Hay muchas cosas que valen la pena y solo piensa en eso.


1 comentario:

  1. Me dejas siempre de piedra no se que decirte mas un votazo para ti

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