Los nervios eran terribles desde el día de antes, hacía 32
años que los merengues no ganábamos una Copa de Europa.
El día del partido todo pasó muy rápido, bufanda puesta,
nervios, los jugadores calientan, entran la vestuario. Y llegó la hora, los
jugadores salen al campo, se sortean los campos y empieza el partido, la suerte
está echada.
Cada vez más nervios, el Real Madrid quiere la Copa y la
Juve también, los dos equipos son grandes y los nervios afloran.
Solo a mi se me ocurre cenar en medio del gran partido,
farfalle.
Minuto 66 del partido y golllllllllllllllllllllllllllllllll
de Mijatovic, casi me atraganto con la pasta y la alegría se apodera del
madridismo. Saca la Juve de centro y los nervios, multiplicados por tres nos
hacen no poder parar quietos, ¡¡¡árbitro pita el final!!!
Tarjeta roja a Seedorf ¡pero qué dice este tío! Se notan los
nervios, era amarilla.
Y llegó el momento “final del partido” y los blancos
estallamos en un estado de felicidad plena, todavía no somos muy conscientes,
pero hemos ganado la Séptima Copa de Europa.
Saltos, gritos, abrazos, lágrimas, besos, Fernando Hierro
levanta la Copa, no podemos ser más felices. Y llega el momento de coger la
bufanda, bandera, trompeta y todo lo que tenga ese tan admirado escudo y salir
de casa, esto hay que celebrarlo como dios manda.
Parque de la Victoria a reventar de gente al grito de
“campeones, campeones”. Mi madre y yo somos tan felices que ni nos acordamos
que hay que madrugar al día siguiente.
Es el momento futbolístico más feliz que he vivido junto con
otro que os lo contaré otro día.
http://www.youtube.com/watch?v=2kdKSCpNfdg