17 octubre 2011

Querida abuela:


Has pasado tantos años con el que te resultó difícil acostumbrarte a la soledad. Cuando el se fue te quedaste como si te hubieran quitado parte de ti, tu matrimonio era de los de antes, de los de siempre juntos.


Siempre me ha gustado estar contigo, ir de paseo después de comer, ir a ver las “riadas” de verano con la chaquetilla puesta, ir a los olivos a ver como estaban, ir al mercadillo, hacer los rosquillos fritos que hecho de menos cada día más, esos tazones de leche con pan, esos picatostes domingueros…


Bodas, bautizos y comuniones siempre juntas, dejando de comer la carne para poder comer la tarta, nunca te la dejabas.


Ahora, después de unos años de soledad eres la reina del baile, con tus misas, tus juegos, tus manualidades, ¡hasta has ganado a los bolos!


Ahora eres feliz.


2 comentarios: