A medida que creces tus preocupaciones van cambiando, mañana
tengo un examen y tengo que aprobar, si suspendo me castigarán y me quedaré
todo el verano estudiando. Te siguen haciendo ilusión los regalos pero tus
gustos han cambiado, esa blusa del escaparate es la más bonita que has visto,
ojalá me la compren, lo dejaré caen como si nada.
Cuando cumples la mayoría de edad parece que has tocado el
cielo, ya puedes votar, conducir, entrar en sitios para adultos, que hago
¿Estudio o trabajo? ¿Universidad fuera o en casa? Este
cumpleaños es de lo que más ilusión te hace.
Si no quieres estudiar te queda la incertidumbre, ¿en que
trabajo? ¿De verdad quiero dedicar mi vida a esto?. Y a veces la vida te
recompensa con un trabajo para el que no se necesitan estudios, pero que te
concede el crecer como persona, el ayudar a los demás y el sentir que hay
personas en el mundo que necesitan de ti.
Cuando cumples los 30, miras atrás y ves que tu vida a
cambiado y casi ni te has dado cuenta, te han pasado tantas cosas que eres
incapaz de recordarlas, hay buenos momentos que te ponen los ojos vidriosos y
otros que esa lágrima que antes no quiso asomar baja por tu mejilla como si
quisiera escapar de ti, como si quisiera que ese recuerdo saliera de tu cabeza
y no volviera jamás.
Lógicamente los cumpleaños ya no son tan bien recibidos, casi
te atreves a pensar "ojalá si nadie se acuerda no cumpliera uno más"
En el mundo hay tantas historias como personas, todas
interesantes. Esta es parte de la mía, cuando llegue a los 40 os la seguiré
contando.
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