No, si.

No a la tristeza.

No a la hipocresía.

No al sufrimiento.

No al llanto.

No al miedo.

No a los remordimientos.

No al rencor.

No a la oscuridad.

Si a la luz.

Si a lo bello.

Si a la risa.

Si a la amistad.

Si a la alegría.

Si al respeto.

Si a la vida.

Cuando te invade la tristeza.

Te sientes raro, como que no estás. No sabes que es, pero el cuerpo te pide llorar, te sientes como si te pesara el cuerpo más de lo normal.

Tu mente solo puede pensar en lo mismo, en lo que ha pasado. Miles de preguntas en un segundo te rozan la cabeza.

Hay gente que llora, se desahoga.

Hay gente que no puede, o no sabe. No pueden desahogarse, solo hablando, otros callan.

La primera reacción es sentirse culpable por algo, si le hubiera hecho más caso, si hubiera tenido en cuenta más sus cosas, si hubiera…

Después de un tiempo de reflexión te das cuenta de que lo que haya sucedido era inevitable, que no eres culpable de nada.

El karma, el destino, dios, la divina providencia, hay muchas maneras de expresarlo, pero solo un final, la vida es injusta, pasan cosas a diario que no son fáciles de asimilar, y por mucho que te creas preparado para el sufrimiento nunca se está lo suficiente.

"Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad" Frase de la película Gladiator.

Princesita.

La primera vez que te vi fue en una foto, en el móvil de mamá y estabas preciosa, con tu sombrerito.

Cuando nos vimos en persona conectamos enseguida, nos hicimos amigas y ahí andamos, pasando buenos ratos.

Eres una persona muy especial, tierna, cariñosa, muy inteligente, obediente y todos los calificativos buenos que se puedan ocurrir.

Te haces querer con esa carita de pillina que pones cuando quieres conseguir algo y nadie se puede resistir a esos ojitos.

Me encanta verte cuando vienes a mi casa y quieres jugar con las barriguitas, que te gusta mucho y con los muñecos en la noria. Siempre merendamos churros y nos lo pasamos fenomenal tiradas en la mantita jugando.

No me extraña que seas como eres, tienes a quién parecerte.

Dice una canción de Alex Ubago:

"Que tu luz brille por siempre porque tú te lo mereces".

Nunca cambies, eres la mejor.

Ciao Marco.

Solo tenías 24 años y disfrutabas de su profesión. Yo te llamaba “pelánganos” por tu pelo siempre semilargo y despeinado.

Le gustaba irse con su amigo Rossi a hacer MotoCross. Siempre estaba de buen humor, incluso cuando le hacían la vida imposible.

Para mi Valentino Rossi es la gran referencia en el motociclismo, el mejor piloto de la historia, pero tenía muchas esperanzas puestas en Marco. El sabía que de Rossi se puede aprender mucho.

Me “peleaba” contigo y comentaba que llegarías a ser referencia en las motos.

Ha sido un piloto polémico, esa era su personalidad nadie puede cambiarla.

En la última carrera subió al podio, su último podio.

Hoy serás tema destacado en todas las partes del mundo, pero por algo que nadie quiere.

Te vas demasiado joven.

Descansa en paz Marco.

Yo colaboro en la lucha contra el cáncer ¿Y tú?

Lo peor de todo es la llamada.

Cuando descuelgas el teléfono y se te cae el mundo a los pies.

No sabes que hacer ni que decir, no sabes si colgar el teléfono o esperar a que pase pronto la llamada, para sentarte, mirar al vacío y romper a llorar.

A partir de ese momento todo son especulaciones, que pasará, se curará, sufrirá, por qué a el, por qué a ella…

Ya con la cabeza fría, más calmado todo, solo piensas en ayudar, como sea, aunque sea rezando para que dentro de lo malo sea lo “menos malo”.

El resultado es una incógnita, pero sea cual sea, nos tienes aquí, a los que te queremos y te apoyamos.

Es una enfermedad que llevamos sufriendo desde mucho tiempo pero que su nombre todavía es tabú.

El ser humano puede llegar a ser lo peor.

Hay días que no merece la pena encender el ordenador.

El otro día en una red social se pudieron ver chistes con la tragedia de una chica que quedó mutilada físicamente por unos asesinos que se vanaglorian de quien tiene más larga la lista de atentados y muertes a sus espaldas.

Esta chica que ha padecido algo horroroso, que le ha costado años en salir adelante, tiene que aguantar que se mofen de ella y de lo que le pasó y encima si ella dijera algo la volverían a tirar por los suelos.

A veces me repugna el ser humano, me repugna lo bajo que puede llegar a caer una “persona” por conseguir algo a cambio, algo que no merece la pena si viene de una bajeza semejante.

Nos hemos convertido es escoria, si somos capaces de llegar a esto.

Y lo peor es que la justicia siempre está del lado del que hace el mal.

Recuerdo hace años un caso, creo que fue en Italia, que un juez dijo que a una chica no la habían violado porque llevaba pantalones vaqueros y es difícil quitarlos a la fuerza.

No se donde he escuchado la frase “la vida puede ser maravillosa” pero con cosas como estas te haces plantearte la frase.

Querida abuela:

Has pasado tantos años con el que te resultó difícil acostumbrarte a la soledad. Cuando el se fue te quedaste como si te hubieran quitado parte de ti, tu matrimonio era de los de antes, de los de siempre juntos.

Siempre me ha gustado estar contigo, ir de paseo después de comer, ir a ver las “riadas” de verano con la chaquetilla puesta, ir a los olivos a ver como estaban, ir al mercadillo, hacer los rosquillos fritos que hecho de menos cada día más, esos tazones de leche con pan, esos picatostes domingueros…

Bodas, bautizos y comuniones siempre juntas, dejando de comer la carne para poder comer la tarta, nunca te la dejabas.

Ahora, después de unos años de soledad eres la reina del baile, con tus misas, tus juegos, tus manualidades, ¡hasta has ganado a los bolos!

Ahora eres feliz.

... y llegó la Séptima.

Los nervios eran terribles desde el día de antes, hacía 32 años que los merengues no ganábamos una Copa de Europa.

El día del partido todo pasó muy rápido, bufanda puesta, nervios, los jugadores calientan, entran la vestuario. Y llegó la hora, los jugadores salen al campo, se sortean los campos y empieza el partido, la suerte está echada.

Cada vez más nervios, el Real Madrid quiere la Copa y la Juve también, los dos equipos son grandes y los nervios afloran.

Solo a mi se me ocurre cenar en medio del gran partido, farfalle.

Minuto 66 del partido y golllllllllllllllllllllllllllllllll de Mijatovic, casi me atraganto con la pasta y la alegría se apodera del madridismo. Saca la Juve de centro y los nervios, multiplicados por tres nos hacen no poder parar quietos, ¡¡¡árbitro pita el final!!!

Tarjeta roja a Seedorf ¡pero qué dice este tío! Se notan los nervios, era amarilla.

Y llegó el momento “final del partido” y los blancos estallamos en un estado de felicidad plena, todavía no somos muy conscientes, pero hemos ganado la Séptima Copa de Europa.

Saltos, gritos, abrazos, lágrimas, besos, Fernando Hierro levanta la Copa, no podemos ser más felices. Y llega el momento de coger la bufanda, bandera, trompeta y todo lo que tenga ese tan admirado escudo y salir de casa, esto hay que celebrarlo como dios manda.

Parque de la Victoria a reventar de gente al grito de “campeones, campeones”. Mi madre y yo somos tan felices que ni nos acordamos que hay que madrugar al día siguiente.

Es el momento futbolístico más feliz que he vivido junto con otro que os lo contaré otro día.

http://www.youtube.com/watch?v=2kdKSCpNfdg

Parece que fue ayer.

Parece que fue ayer cuando íbamos y veníamos juntas del colegio, tu con el Donut blanco y yo con el rosco de chocolate.

Parece que fue ayer cuando íbamos los domingos a misa, a la catedral, y al salir yo me gastaba los 20 duros en chuches, tu siempre menos.

Luego yo lloraba porque no me quedaban ni dinero ni chuches y tu siempre salías perdiendo, como una buena hermana mayor.

Parece que fue ayer cuando después de comer, con las naranjas y el agua, nos íbamos al campo las tres a respirar aire fresco y a recoger flores.

Parece que fue ayer cuando íbamos a las cruces.

Parece que fue ayer cuando te fuiste de Erasmus y ya no quisiste volver. Tú naciste para vivir en Francia.

Parece que fue ayer cuando te esperábamos en la estación y cuando te ibas a las dos nos entraba la llantina.

Parece que fue ayer cuando te rompiste el brazo y cuando yo creía que te quedarías, te salió otra oportunidad para volver a Francia. Era tu sino.

Parece que fue ayer cuando hablábamos con el reloj en la mano para no pasarnos de tiempo.

Parece que fue ayer cuando conociste a la persona más maravillosa que puedes tener a tu lado y nos dijisteis que os casabais, en ese momento ya te vi con tu vestido puesto.

Parece que fue ayer porque realmente fue ayer.

Eres mamá.

Eres la luz que ilumina mi camino.

Eres la persona que me dio la vida.

Eres la sal, la pimienta, el aceite y el vinagre de mi vida.

Eres la arena en mi mar.

Eres la música de mi mp4.

Eres los bites de mis gigas.

Eres el azúcar de mi merengue.

Eres mi compañera de viajes.

Eres la primera que me felicita por todo, que llora conmigo, que ríe conmigo.

Eres la persona que siempre está ahí.

Eres mamá.

Recuerdo a los que luchan contra el olvido.

Tu mirada es vacía, a veces, como si no estuvieras, tus silencios largos.

Tu media sonrisa si te miro me dice que me miras pero que no ves.

Tu energía se apaga, lentamente, como una vela. Tu cuerpo y sobre todo tu mente están agotados, has vivido intensamente y sufrido con los tuyos, con los que ahora se preguntan ¿por qué?

Tú que siempre has hecho bueno, siempre pendiente de tu familia a la que has querido por encima de todo y por la que has renunciado a cosas para que no les faltara de nada.

Tú que me has contado historias, cantado canciones, recitado poesías, me has dedicado piropos, pero que no recuerdas como me llamo.

Tú, que a pesar de no ser dueño de tu mente siempre me has respetado.

Tú que me buscabas y me decías, “no se tú, pero yo me voy a tomar un cafelillo j eje”. Y yo no podía rechazar la invitación.

Tú que sufriste, y nosotros contigo, hasta que tu aliento se apagó.

Tu que siempre estarás en mis recuerdos, que rezo por no perder como perdiste tu los tuyos.

Descansa en paz V.

Esas fiestas populares.

Cuando era pequeña me gustaba estar más en el pueblo con mis abuelos que en mi casa.

Cuando iba llegando el día de la fiesta grande la gente venía a la capital a comprarse “el hato” (para el que no sepa lo que es, es comprarse ropa nueva y a ser posible como para ir de boda).

A mi la ropa me la hacía mi abuela, que siempre se le ha dado muy bien lo de la sastrería, recuerdo sobre todo un conjunto de falda y blusa estilo marinero que se llevaba en aquella época.

Era magnífico salir con la pandilla, ir a las atracciones con el dinerito que la abuela me pasaba sin que el abuelo lo viera, quedabas con más gente, conocías a otros y te sentías más feliz que nunca, aunque en mi caso siempre era la primera que tenía que volver a casa, cosas de los abuelos.

En las fiestas de Jaén, recuerdo con mucho cariño cuando mi madre nos llevaba a mi hermana y a mí el “día grande” a la tómbola para la que llevaba mucho tiempo ahorrando y te subían los nervios por todo el cuerpo hasta que abrías la papeleta a ver si te había tocado algo. Luego un refresco y unos cacharritos, pocos, porque no podía ser mucho y te ibas a casa tan contenta.

Y lo que es la vida, a 9 días de que empiece la feria de Jaén a mí lo único que me hace ilusión es que el día 18 es fiesta y no trabajaré.

Historias de la vida.

Cuando uno es pequeño solo le preocupa que los compis del cole quieran jugar contigo, ¿será papá o mamá quien te recoja del colegio?, tal vez sea día de sorpresa y te traigan la chuche, que me regalarán para el cumpleaños, ¿verán de verdad los Reyes Magos que no me he portado bien y me dejarán sin mis anhelados juguetes?.

A medida que creces tus preocupaciones van cambiando, mañana tengo un examen y tengo que aprobar, si suspendo me castigarán y me quedaré todo el verano estudiando. Te siguen haciendo ilusión los regalos pero tus gustos han cambiado, esa blusa del escaparate es la más bonita que has visto, ojalá me la compren, lo dejaré caen como si nada.

Cuando cumples la mayoría de edad parece que has tocado el cielo, ya puedes votar, conducir, entrar en sitios para adultos, que hago

¿Estudio o trabajo? ¿Universidad fuera o en casa? Este cumpleaños es de lo que más ilusión te hace.

Si no quieres estudiar te queda la incertidumbre, ¿en que trabajo? ¿De verdad quiero dedicar mi vida a esto?. Y a veces la vida te recompensa con un trabajo para el que no se necesitan estudios, pero que te concede el crecer como persona, el ayudar a los demás y el sentir que hay personas en el mundo que necesitan de ti.

Cuando cumples los 30, miras atrás y ves que tu vida a cambiado y casi ni te has dado cuenta, te han pasado tantas cosas que eres incapaz de recordarlas, hay buenos momentos que te ponen los ojos vidriosos y otros que esa lágrima que antes no quiso asomar baja por tu mejilla como si quisiera escapar de ti, como si quisiera que ese recuerdo saliera de tu cabeza y no volviera jamás.

Lógicamente los cumpleaños ya no son tan bien recibidos, casi te atreves a pensar "ojalá si nadie se acuerda no cumpliera uno más"

En el mundo hay tantas historias como personas, todas interesantes. Esta es parte de la mía, cuando llegue a los 40 os la seguiré contando.

Mírale a los ojos y piensa que nació de ti.

Jaén es una ciudad tranquila, pero de un tiempo a esta parte están sucediendo acontecimientos que te hacen horrorizarte. Robos con violencia, asesinatos, quemas de coches…

El ser humano es la máquina más compleja que hay, somos capaces de lo mejor y de lo peor.

Una de las sensaciones más bonitas que tiene que haber es el ser padre, tener entre tus brazos a esa pequeña criaturita recién venida al mundo, con sus ojitos buscadores mirando a todos lados para empezar a sentir el mundo, solo lo puede explicar el que lo ha sentido.

Por eso no puedo comprender como una madre tiene el valor para matar a sus hijos y confesarlo como si de comprar el pan se tratase, “si, he matado a mis hijos”, solo la expresión me estremece. El ser humano es egoísta por naturaleza, somos muy del haz lo que yo diga pero no lo que yo haga, pero cuando un trocito de ti pulula por este mundo absurdo y que se desquebraja a pasos agigantados, lo único que se debe es proteger al débil, al indefenso, al frágil, al inocente…